El jugador de Don Bosco Futsal dialogó con Toco y Me Voy.
Alan Miguel Barbero tiene 25 años, fue futbolista de reserva y profesional de Gimnasia y Esgrima de Mendoza.
Jugando para el Mensana tuvo su primera aparición por Copa Argentina (2016-2017) frente a Talleres (de Córdoba), correspondiente a los 32avos de final y Olimpo (8vos de final). Luego, contra Alvarado por el Federal A. También, en la actual Primera Nacional vs. Arsenal en 2019. Más tarde, volvería a tocar el balón, pero está vez del fútbol de salón.
¿Te costó adaptarte a jugar en una cancha más chica?
«Pasar de jugar en cancha grande al futsal no fue fácil, costó la adaptación y poder agarrar el sistema de juego. Por suerte me tocó un grupo que me ayudó mucho en esa transición lo que hizo que todo fuese más fácil».
El mendocino, actual jugador de Don Bosco, comentó del rendimiento, «fue muy regular en todo el torneo, si bien tuvimos uno o dos partidos que no pudimos hacer pie, pero en todo lo demás, muy conforme porque siempre propusimos y se jugó como nosotros quisimos», el equipo llegó hasta los 4tos de final del certamen. Sobre su continuidad afirmó, «si, sigo en el Cura este año».
Luego, sobre ser el artillero del equipo dijo, «ser goleador de la máxima categoría es un honor en lo personal, fue algo que no esperaba, pero estoy muy contento. El equipo fue clave para que yo pueda ser goleador, eso está más que claro. Si bien es un premio individual, se lo debo a mis compañeros».
Este año el Santo buscará ser de nuevo protagonista: «al igual que el año pasado, nosotros como equipo y cómo grupo vamos por todo. Sabemos a qué jugamos, la idea es potenciar todo eso y poder seguir creciendo como equipo».
¿Cómo ves el nivel del fútbol cinco?
«Hace poco estoy en el fútbol de salón, pero si veo un crecimiento y un excelente nivel de jugadores y clubes. Sería ideal que se pueda llegar a profesionalizar en algún momento, Mendoza tiene muy nivel y hay que reconocerlo».
¿Qué es para vos el futsal?
«El futsal es algo muy lindo, es un ambiente sano en el cual va toda la familia. En Don Bosco hay un sentido de pertenencia muy grande, lo cual hace que uno esté más contento y cómodo del lugar donde está. Poder disfrutarlo es lo importante», culminó.
Foto gentileza: Instagram Panorama Photograpy